Pudo ser, pero no.

Desde el día que te ví, sabía que de nuevo me enfrentaba a lo prohibido. Y, como ave que no teme al abismo, volví a lanzarme al vacío de...

Desde el día que te ví,
sabía que de nuevo me enfrentaba a lo prohibido.

Y, como ave que no teme al abismo,
volví a lanzarme al vacío de unos ojos
que no me prometían aterrizar a salvo.

Volví a sobrevolar cumbres en las que solo había tormentas,
y he vuelto recorrer parajes inóspitos,
buscando un oasis en medio de tanto hastío.

Cada día me aventuraba a descubrir algo nuevo en tu fortaleza.
Quería atravesar con mis alas las paredes
que te protejen de lo desconocido.

Y puede que algún día encontrara una puerta medio abierta,
pero pronto corrías a cerrarla,
por si venía una ventolera que arruinara tu castillo.

Me he dejado las alas
intentando que alzaras el vuelo conmigo,
pero el viento me dice que tengo seguir mi camino.

Así que voy a soltar la cuerda de nuestra historia,
y dejaré que vuele hacia el lugar
de todo lo que pudo ser y no ha sido.

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