Si es un día de nubes tristes
y te sientas a leer estas palabras
quiero que recuerdes que hubo una vez
en la que existimos.

Todas las mañanas en las que queríamos
quitarle soledad al tiempo
aún siguen en mi memoria
cada vez que me despierto 
con el recuerdo de tus manos en mi espalda.

Todas las promesas aún las guardo
a pesar de lo imposible que parezca nuestra historia.

Todos los besos que llegaron cuando
el mundo decidió ponernos en la cuerda floja,
aún existen el día 22 de cada mes.

Por favor, sigue leyéndome aunque
te rompan por dentro todos estos recuerdos.

Porque a pesar de que la lucha ha terminado siendo un final,
y no el camino como solíamos creer,
para mí fuíste y siempre serás
todo aquello que cabe en una caricia
pero jamás se puede decir con palabras.

Fuiste una brújula con la que me acabé perdiendo,
pero te aseguro que siempre serás mi norte.

Y si aún sigues ahí,
delante de estas palabras directas al abismo,
quiero que sonrias y respires con calma.

Porque no todas las guerras se ganan en el campo de batalla.

Y notostros,
algún día,
haremos el amor en la victoria.