Llamada de auxilio

Escribo para liberar lo que no digo, lo que no cuento, lo que respiro. Escribo para liberar lo que no miro, lo que no sueño, lo que ca...



Escribo para liberar lo que no digo,
lo que no cuento, lo que respiro.

Escribo para liberar lo que no miro,
lo que no sueño, lo que camino.

Cuando escribo todo fluye,
todo se marcha, todo se aleja.

Pero no siempre pasa.

A veces las palabras no me calman,
no me observan, no me alzan.

A veces las palabras no son olas,
no me empapan, no me abrazan.

A veces las palabras no me hablan, 
no se aferran, no son alas.

Pero aún así, yo las llamo
y corren presurosas en mi auxilio.

Y las perdono.
Y las escribo.


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