Sal en las heridas

Las huellas que dejo en la arena se preguntan porqué ya no caminas a mi lado. Se preguntan porqué ahora miro al horizonte en vez de perde...

Las huellas que dejo en la arena
se preguntan porqué ya no caminas a mi lado.

Se preguntan porqué ahora miro al horizonte
en vez de perderme en la utopía de tus ojos.

No entienden cómo pueden caber tantos suspiros
en medio de esta brisa de levante.

Pero las olas se acercan hasta mí con cariño,
intentando espantar toda esa nube de ausencias
que flota sobre mi cabeza.

Y yo, que sólo quiero ser espuma,
me quedo pegada en el fondo
y aguanto una tras otra
las envestidas que me dan las olas.
Supongo que solo intentan
que me estampe de una vez por todas contra tu pared.

Pero yo sigo mirando al horizonte
y, en alguna parte de mi estupidez,
todaví espero a que llegues nadando
y me salves de este mar de versos
en el que me estoy ahogando.

Pero se que no vas a venir.

Así que comienzo a nadar sin rumbo fijo
y dejo que las olas hagan su trabajo.

Ya se encargará la corriente de llevar hasta la orilla
toda la tristeza que le sobra a este poema.

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