Sola, pero conmigo.

Amo mi belleza transfromada. Amo los años que dibujan mi piel. Amo las batallas que han ganado mis manos. Y amo las cicatrices que reflej...

Amo mi belleza transfromada.

Amo los años que dibujan mi piel.
Amo las batallas que han ganado mis manos.
Y amo las cicatrices que reflejan mis derrotas.

Aunque reconozco que a veces me asusta mirarme a los ojos,
porque mis ojos esconden verdades
que ni mi pasado ni mi presente quieren reconocer.

Pero me quiero. Mucho.
Narcisistamente.
Infinitamente.

Adoro todo lo que mi pasado ha logrado,
sobretodo esas brechas que jamás pensé cruzar, pero crucé.

Admiro todo lo que mis esperanzas dieron por perdido.
Porque todo lo que creí que no existía,
lo muestran hoy las arrugas que quieren brotar en mi piel.

A pesar de que mi cara aún quiera ser jóven,
empiezo a tener un alma vieja.
Más vieja de lo que quisiera, y más joven de lo que parece.

Pero me quiero. Yo delante y detrás del espejo.
Yo, delante de la vida,
Yo, detrás de la muerte.
Yo, caminando de mi mano, siguiendo siempre mis pasos
por el camino que dibuja mi futuro.

Sola, pero siempre conmigo.

Quizás también te interese

0 comentarios