Hay personas que marcan tu camino,
hay personas que marcan tus pasos,
hay personas que te sacan sonrisas,
otras que hacen brotar tus lagrimas,
y luego está ella.

Ella no sólo nos enseñó el camino,
no sólo guió nuestros pasos,
no sólo nos sacó sonrisas,
y enjugó nuestras lágrimas.

Ella fue un sol que iluminó el tunel de nuestras vidas.

Ella nos enseñó que los pequeños detalles
son ladrillos que construyen castillos.

Nos enseñó a amar a la hormiga tanto como al elefante.

Y si hoy soy capaz de amar la vida tanto como la amo, 
puedo gritar, orgullosa, que fue gracias a ella.

Si hoy crezco con las sonrisas de los niños que alegran mis días,
fue gracias a ella, porque ella procuró que la niña que tengo dentro nunca desapareciese.

Y esque hay maestros que son soles,
pero hay otros que son universos que abrazan y albergan miles de estrellas.

Gracias por guiar nuestros pasos.
Gracias por querernos tanto y enseñarnos que la vida,
si se hace con cariño,
se vive mucho mejor.